El Gobierno está trabajando en una reforma del sistema de pensiones que aumentaría el periodo de cómputo para el cálculo de la pensión hasta los 35 años, frente a los 23 actuales y a los 25 que aumentará en 2023 como parte de la reforma del sistema de pensiones que se aprobó en 2010.
Este cambio tendrá un impacto significativo en la pensión de los autónomos y, en la gran mayoría de los casos, supondrá una reducción importante de su cuantía. Pero, ¿Cuánto menos? Vamos a hacer los números teniendo en cuenta un autónomo que, a lo largo de su vida laboral, cotice por la base mínima en función de su edad.
Para ello, tomemos el ejemplo de un trabajador que haya comenzado a trabajar a los 25 años y se jubile a los 65. Para simplificar, supongamos que siempre cotiza por la base mínima de 2020, que asciende a los 944,40 euros. Sin embargo, a partir de los 48 años, estará obligado a cotizar por una base de 1.018,50 euros al mes.
En total, y teniendo en cuenta los últimos 25 años de vida laboral, este autónomo tendrá una pensión de 852,67 euros brutos al mes. En el caso de que el periodo de cómputo se amplíe hasta los 35 años, y manteniendo las mismas bases de cotización, la pensión bajaría hasta los 840,33 euros al mes, es decir, más de 12 euros menos, un 1,5 por ciento menos.
Se podrán descartar los negativos
El gobierno es consciente de que esta medida supondrá un recorte de las pensiones de algunos autónomos que cotizaron poco a lo largo de su vida laboral. Por eso, se está trabajando con los agentes sociales para que esta medida venga acompañada de la posibilidad de que se puedan excluir del cómputo los años más negativos desde el punto de vista de sus prestaciones.
Esto significaría que los trabajadores podrían elegir los mejores y los peores años, incluso tomando como referencia la totalidad de su vida laboral. Esta medida iría en línea con lo que llevan años solicitando algunas asociaciones de autónomos como ATA.
Fuente; pymesyautonomos.com