Alicante, 4-09-2023.
- La prórroga de los Presupuestos aboca a repetir la ayuda que recibió la Seguridad Social este año
- Preocupa el déficit estructural que mantiene el sistema pese a la inyección anual de ingresos
- La no renovación de las cuentas traslada todas las partidas de ingresos y gastos al próximo ejercicio
La compleja situación política hace esperar que un nuevo Gobierno sea una utopía tras las elecciones. España afrontará un nuevo ejercicio sin un nuevo techo de gasto ni Presupuestos Generales del Estado, que deberán ser prorrogados. Sobre el papel, las cuentas se deberían presentar a tres meses del cierre del año, algo que sin Gobierno a la vuelta de la esquina no se cumplirá. Así, una de las partidas más delicadas es la de las pensiones: la Seguridad Social está abocada a recibir una nueva inyección de dinero por valor cercano a 39.000 millones de euros para pagar las pensiones y garantizar la sostenibilidad del sistema que también vigila Bruselas.
El experto tributario e investigador de Fedea, Diego Martínez López (Universidad Pablo de Olavide) y el abogado de Mercer y miembro de Ocopen, Antonio Méndez Baiges, así lo apuntan en conversaciones con este medio. Los tiempos apuntan a que el otoño no estará marcado por un nuevo libro amarillo.
“Los Presupuestos deben ser presentados por el Gobierno y aprobados por el Parlamento cada año según el artículo 134 de la Constitución Española. Su apartado 4 implica la imposibilidad de estar sin Presupuestos y establece la prórroga de los del ejercicio anterior si al iniciarse un ejercicio no se ha producido su aprobación. Dicha prórroga es automática y no es decisión atribuida a ningún órgano específico, pero se suele establecer expresamente mediante un Real Decreto-Ley del Consejo de Ministros convalidado por el Congreso”, explica Méndez Baiges. “Se prorrogaría y trasladaría todo el Presupuesto en materia de ingresos y gastos y, por tanto, en principio también la cuantía de las transferencias a la Seguridad Social de 2023 a 2024“, detalla el abogado.
Así, el traspaso del Estado a la Seguridad Social será de prácticamente 39.000 millones. Esta administración se financia mayoritariamente a través de cotizaciones sociales, destinadas a los gastos contributivos, aunque aproximadamente una quinta parte de los ingresos corrientes ya son a base de impuestos.
Las dotaciones del Estado siguen el compromiso de separación de fuentes de financiación del Pacto de Toledo, que impone que el sistema no financie las prestaciones no contributivas.
La situación financiera
Sin embargo, estos ingresos por cuotas de los trabajadores se complementan cada vez más con la financiación adicional del Estado que se desagregan en el apartado de ‘Contribución al equilibrio presupuestario de la Seguridad Social’ y sumaron casi 15.500 millones de euros, de ahí la importancia de analizar quirúrgicamente estas transferencias que no solo cubren los denominados gastos impropios del sistema.
En esa línea apunta desde Bruselas la Eurodiputada de Ciudadanos, Eva Poptcheva. “Lo que preocupa en Bruselas es el agujero estructural del sistema, que tiene un déficit del 0,5% del PIB contando con el dinero del Estado y con unos ingresos por cotizaciones históricos. Es bastante preocupante”, señala a este medio.
Aunque las previsiones apuntan a un repunte de la tasa general de inflación -índice medio de referencia para revalorizar las prestaciones-, el IPC medio se situará rondando el 4%, según los principales grupos de expertos. “Como en principio la inflación en 2023 será inferior a la de 2022, la revalorización de las pensiones exigirá, por este motivo al menos, menos recursos“, apunta el investigador de Fedea. El coste asociado a la actualización con los precios sería de unos 7.200 millones (1.800 por cada punto de subida del IPC).
España presumiblemente afrontará la vuelta a la rigidez fiscal con la lupa de la Comisión Europea observando de cerca. “Puede generar problemas, tanto porque las necesidades de recursos en 2024 puedan ser mayores en la práctica como porque el Gobierno no pueda aplicar libremente el programa económico que tenga al respecto”, explica Méndez Baiges.
Sin cuentas actualizadas, el Tesoro puede echar una mano a la Seguridad Social. “Con un Presupuesto prorrogado, la forma de financiar el incremento de pensiones será con cargo a préstamos a los que no se les aplica el interés del mercado y veremos cómo llegaremos a máximos históricos”, analiza el economista Javier Santacruz.
Desde el Europarlamento, como no podía ser de otra manera, se trata de cerca la situación del sistema público español por su delicado peso respecto al Presupuesto anual. “Nos preocupa el incremento del gasto en pensiones porque Bruselas tendrá un papel importante sobre las reglas fiscales y hay cuestiones sobre la deuda y el déficit español”, señala Poptcheva.
Fuente; eleconomista.es