Alicante, 28-10-2022.
- El Gobierno Chino lleva todo el año comprando las principales minas de África
- Zimbabue cree que es su última baza para evitar el infierno económico en el que vive
China está sedienta de Litio. El gigante asiático quiere garantizar el suministro en material estratégico para el desarrollo de su futura industria automotriz eléctrica. El ‘oro blanco’ es totalmente esencial para el desarrollo de las baterías y, con los planes de transición eléctrica de Europa y Estados Unidos en el horizonte (más los problemas en las cadenas de suministro a lo largo de 2021), el mundo se ha visto inmerso en una puja mundial por hacerse con la mayor cantidad posible.
Debido a esta tendencia, Xi Jinping ha redoblado su apuesta por los recursos naturales que ofrece África. Su Gobierno ya se ha hecho con minas clave en la región garantizándose el suministro material como Cobalto y ahora su intención es que algunos de los países más pobres del mundo emerjan como auténticas potencias en producción de Litio gracias al despliegue de empresas chinas por los países con mayor potencial.
Esta apuesta lleva en marcha desde el año 2019, sin embargo, la subida sin precedentes del precio del Litio ha provocado gran beneficio para algunos países africanos y un interés renovado por parte del Partido Comunista Chino, que ha incrementado exponencialmente sus proyectos. En el verano de 2020, el Litio cotizaba en el entorno de los 40.000 yuanes en la bolsa de Pekín, en junio de 2021 se duplicó hasta los 100.000, pero el crecimiento no ha tenido precedentes en este 2022, con el valor disparado hasta los 552.500 yuanes según los últimos registros. la demanda se ha vuelto insaciable.
Ante esta realidad China ha llegado el pasado mes de septiembre un acuerdo con Zimbabue para crear un parque de metales destinado a la producción de baterías por 2.839 millones de dólares. Este acuerdo ha sido tratado por parte de las autoridades locales como una de las últimas oportunidades para construir una industria minera que consiga salvar al país de la espiral de destrucción económica de la que parece que no logra escapar. Según datos del gobierno africano, esperan que 2022 cierre con 12.000 millones de dólares de inversión en su industria minera, prácticamente todo, capital chino.
Un ejemplo de ello son algunas de las últimas inversiones de empresas asiáticas en el país. Según Reuters, la empresa China BYD está en conversaciones para comprar seis minas de litio en Africa y Premier African Minerals ya ha garantizado un flujo constante de litio desde sus minas en Zimbabue a partir de 2023 tras la adquisición de la mina por parte de la firma asiática Suzhou. Esta empresa ha invertido ya 35 millones en una planta piloto y esperan que produzca casi 50.000 toneladas anuales.
Zimbabue es el séptimo país del mundo en reservas de Litio a la altura de países como Brasil
También destaca la última compra de Zhejiang Huayou Cobalt que ha pagado 300 millones de dólares por Arcadia Lithium, una mina a las afueras de Harare que tendrá una capacidad de producción de 400.000 toneladas métricas anuales.
Y es en Zimbabue donde se están concentrando el grueso de las inversiones chinas. El país ubicado al sur del continente, con apenas 15 millones de habitantes y el séptimo más pobre de África, es una de las mayores potencias del mundo en lo que respecta al Litio. Se trata, actualmente, del séptimo país mundo a la altura de Estados Unidos y Brasil con unas reservas totales de 220.000 toneladas métricas.
Y no es solo que las reservas conocidas ya sean unas de las más grandes del mundo, sino que su potencial y el de otros países como el Congo o Ghana irá en aumento los próximos años. La trader de materias primas de Trafigura, Clare Blanchelande, dijo al Financial Times que el déficit actual del Litio provocará un incremento de la producción de cientos de miles de toneladas “provendrá en buena medida de África, principalmente de Zimbabue”.
China, en ese sentido, se encontró con el ‘cielo abierto’ pues Zimbabue. Por un lado, la situación económica era crítica, en 2019, antes del covid, ya tenía una recesión del 6% y em 2022 llegó no solo el golpe de la pandemia, sino una inflación del 622%. Además, las relaciones comerciales con Estados Unidos están fuertemente dañadas por las sanciones que la Casa Blanca ha impuesto (y aún están vigentes) tras las medidas autoritarias del Ejecutivo de Emmerson Mnangagwa, que cambió las leyes sobre los medios de comunicación y sobre la libertad de manifestarse de la población. Estas malas relaciones provocaron que rápidamente aceptaran las ayudas de China y que el Yuan se convirtiera en una de sus divisas oficiales.
Fuente; eleconomista.es