Alicante, 22-12-2022.
- Ocho de cada diez empresas temen los efectos de una contracción económica
- Prevén que los viajes serán más cortos y se gastará menos por turista
El sector turístico encara 2023 anclado al optimismo. Según el último Informe de Invierno del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR) publicado ayer, el próximo será el año de la consolidación de una recuperación lenta iniciada en 2021. Aún así, el entusiasmo es contenido.
Las firmas turísticas que participan en el estudio temen “las señales negativas que emiten los mercados“, fruto de la mala evolución que puedan tomas las economías española e internacional.
Ocho de cada diez empresas consultadas temen una recesión económica, un 70% recelan del efecto negativo del incremento de los precios de los viajes.
El miedo se extiende especialmente con respecto al avance de la inflación. Las empresas consultadas consideran que la situación económica llevará a los españoles a reducir el tiempo sus estancias o rebajar el gasto previsto. Este último aspecto, supondría una piedra en el camino de la recuperación, ya que 2022 cerrará con cifras muy similares a las alcanzadas en 2019.
“La industria continuará mostrando la misma fortaleza o, incluso más, si los acontecimientos respetan y las previsiones tan pesimistas finalmente no se cumplen”, defendió el presidente de la Unión Nacional de Agencia de Viajes (UNAV), José Luis Méndez. Aún así, la mitad de las compañías de la industria que compone el Observatorio prevén un incremento de su facturación.
Mejores cálculos hay en cuanto al turismo internacional. El estudio confía en que en 2023 tenga lugar el despegue definitivo de las visitas de extranjeros. Un ritmo que alcanzó su velocidad de crucero en 2022, y que deja “patente que las ganas de viajar y de disfrutar han quedado, al menos hasta el momento, por encima de las incertidumbres”, aseguró Marcos Franco, portavoz de ObservaTUR.
Con respecto a España como emisor de viajeros, el sector espera un incremento de las contrataciones para visitar las capitales europeas y los cruceros. También son positivas las expectativas que rodean a los grandes viajes, en especial a destinos como Estados Unidos, Caribe, Italia, Portugal, Egipto y Jordania. Más débil es el pronóstico sobre los viajes de aventura y nieve.
Como balance de los últimos doce meses, los patronos del Observatorio creen que la resaca que ha dejado a su paso el Covid ha lastrado el ímpetu del sector en 2022. El documento señala al menor avance del turismo de negocios (MICE), que sigue sin terminar de despegar.
De cara al año que viene, confían en que el recuerdo de la pandemia se olvide con una “robusta demanda” de viajes a España, ya sea por vacaciones o por negocios.
Fuente; eleconomista.es