Alicante, 2-09-2021.
A partir de septiembre, los autónomos van a ver aumentadas sus cargas por la subida de la cuota, el Salario mínimo, el IPC o los carburantes, entre otras. Éstos son algunos de los incrementos de costes que esperan al colectivo este otoño.
Los autónomos ya están con la vista puesta en la recta final del año, que traerá importantes cambios a nivel fiscal, laboral y de Seguridad Social. Sin embargo, y aparte de las reformas que tiene entre manos el Gobierno, los trabajadores por cuenta propia se enfrentan en este otoño a varias subidas de costes que harán todavía más complicada la salida de la crisis y el comienzo de la recuperación.
El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, advirtió a través de sus redes sociales de los incrementos y nuevas cargas que esperan a los autónomos al comienzo de este mes. Según Amor, tras este “cueston” en septiembre, “veremos lo que ocurre en octubre” con los miles de autónomos que están todavía muy lejos de recuperarse.
Tal y como advirtió Amor, los autónomos se van a encontrar pronto con una subida del Salario Mínimo Interprofesional, que el Gobierno ha confirmado recientemente que se llevará a cabo “de manera inminente”. Todavía está por ver cuánto aumentará este umbral que afectará a los negocios con empleados cobrando el salario mínimo, ya que tendrán que subir los salarios y también pagar más por las cotizaciones de sus trabajadores. Pero este incremento “inminente” no será el único. Junto a él, se reactivará la subida de los tipos de cotización pactados en 2018 y que se paralizó a expensas de la subida del SMI. Esto supondría entre 3 y 12 euros más en las cuotas mensuales de los autónomos, en función de la base por la que coticen.
Tampoco hay que perder de vista las demás subidas que apuntó el presidente de ATA, como el incremento de un 3,3% del Índice de Precios al Consumo (IPC), que alcanzó en agosto máximos históricos, y cuyo aumento no se corresponde con los actuales ingresos de los autónomos que, lejos de subir, en muchos casos han bajado. Al subir los precios de los productos, los negocios tendrán, o bien que asumir el incremento de costes en materias primas, o bien repercutir la subida en sus propios productos y arriesgarse a perder clientes. A ello se suma el 200% de incremento de la luz, que en los locales puede traducirse en cientos de euros más de gastos mensuales o el incremento de hasta un 25% en el precio del carburante que afecta a autónomos del transporte o cualquier otro negocio que utilice el coche o furgoneta para desarrollar su actividad.
Subidas y nuevas cargas que esperan a los autónomos desde septiembre
El primero de todos los incrementos que el Gobierno ha dado a conocer en el comienzo del nuevo curso político ha sido la subida del Salario Mínimo Interprofesional, que lleva aparejada una subida de los tipos de cotización de los autónomos que, a su vez, se traducirá en un aumento de la cuota.
Incremento del Salario Mínimo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el primer día de septiembre que de “forma inminente” se va a poner en marcha una subida del Salario Mínimo Interprofesional, que ahora mismo es de 944 euros y que quedó congelada antes del verano, a expensas de la evolución de la economía.
Ahora que el Ejecutivo considera que el empleo y la economía están comenzando a recuperarse, Sánchez aseguró en su intervención ante diversas figuras empresariales y agentes sociales que la intención es “subir de inmediato” el suelo salarial que hay en España. De hecho, ayer mismo se sentaron patronal y sindicatos con Trabajo para empezar a negociar el incremento.
De momento, es sabido que la comisión de expertos que se encargó en su momento de analizar la posible subida del salario mínimo apuntó a tres posibles escenarios. Es muy probable que el Gobierno intente llevar a cabo una de estas tres subidas que se resumirían en: un incremento del SMI que oscilaría entre los 12 y 19 euros en 2021, entre los 24 y 40 euros en 2022; y 25 y 40 euros en 2023.
Así pues, como ya avanzó este diario, teniendo en cuenta los tres escenarios de subida presentados por los expertos de la comisión, los autónomos empleadores se verían afectados en el más positivo de los escenarios con un incremento de 29 euros al mes, que se articularía a través de aumentos progresivos entre 2021 y 2023. Pero ésta sería sólo la subida sobre el propio salario. Sumando a esto, el ‘plus’ que debería pagar a la Seguridad Social el autónomo por las cotizaciones de sus empleados, de 9 euros más por cada trabajador, la subida de los costes mensuales por empleado terminaría siendo de 38 euros.
Esto significa que en el escenario más optimista de subida, incrementando hasta 1.137 euros el SMI – con pagas extra incluidas-, el autónomo vería subir sus costes anuales en 456 euros al año por trabajador.
Y en el peor de los escenarios para los empleadores, con una subida del Salario Mínimo Interprofesional entre 2021 y 2023 hasta los 1.155 euros al mes – pagas extra incluidas-, el incremento supondría un aumento para los autónomos de 47 euros al mes más 15 euros en cotizaciones. Esto supondría una subida total de los costes salariales de 755 euros al año por cada uno de los trabajadores.
Subida de la cuota de autónomos
La segunda de las subidas, estrechamente ligada al incremento del Salario Mínimo afecta a los tipos de cotización de los autónomos. A raíz de la publicación Real Decreto-ley 2/2021, de 26 de enero, el Ejecutivo congeló el incremento de la cotización de los autónomos previsto para 2021, hasta que se alcanzase un consenso para la subida del SMI. Así, en la Disposición transitoria cuarta de dicha norma se establece “la suspensión de la aplicación del tipo de cotización aplicables por contingencias profesionales y por cese de actividad de los trabajadores autónomos” acordadas en 2018. Y señalan que los nuevos tipos no serán de aplicación “mientras no se lleve a cabo la subida del salario mínimo interprofesional para el año 2021”.
Según confirmaron fuentes de la Seguridad Social a este diario, “hasta que no se produzca la subida del Salario Mínimo” no se llevará a cabo el incremento en los tipos de cotización. Sin embargo, una vez suba el Salario Mínimo, el incremento en los tipos hará que la cuota de autónomos vuelva a subir entre tres y doce euros dependiendo de la base de cotización del autónomo. De este modo si, por ejemplo, cotiza por la base mínima, es decir, 944,40 euros al mes, el incremento mensual de los tipos en un 0,3% subiría su cuota en 2,8 euros/mes. Sin embargo, si el trabajador por cuenta propia está por la base máxima, que es de 4.070,10 euros, el aumento sería de 12,24 euros mensuales. Por tanto, la cuota mínima pasaría a ser de 289 euros y la máxima de 1.240 euros.
El IPC alcanza el 3,3%, lo que obligará al autónomo a asumir más gastos o subir sus precios
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios al consumo (IPC) alcanzó en agosto el 3,3% de variación anual, su máximo desde 2012. Este comportamiento, producido en buena parte por “la subida de los precios de la electricidad” – según señala el INE-, genera también subidas en multitud de productos.
Y más allá de los efectos macroeconómicos que pueda tener esta alza, lo cierto es que la subida de los precios ya se está notando a pie de calle. Si bien todo tipo de productos y servicios -mecánica, tecnología, alimentación y hasta salud- se han encarecido, en algunos casos más de un 5%, los ingresos de los españoles no han subido al mismo ritmo y la facturación de los autónomos tampoco.
De hecho, miles de trabajadores por cuenta propia siguen sin remontar tras un año y medio de pandemia. Esta subida de los precios de la materia prima o servicios que adquieren para desarrollar su actividad les podría afectar de dos maneras diferentes. Si deciden repercutir el alza en sus precios, se arriesgarían a perder clientes. Si, por el contrario, asumen este incremento en los precios de elaboración de sus productos, como sucede en la mayoría de los casos, su margen de beneficio menguaría.
La factura de la luz sube hasta un 200%
Para los economistas esta subida del IPC tiene un responsable directo: el alza continua que viene experimentando la factura de la luz desde enero de este año. Este lunes el precio medio diario de la electricidad en el mercado mayorista se disparó a un nuevo récord histórico, alcanzando los 124,45 euros por megavatio (Mwh) frente a los 42,01 euros/Mwh que costaba el pasado 31 de agosto. Esto es una subida de casi un 200%.
Si el incremento sería grande para cualquier hogar, para la mayoría de autónomos con local que quedaron excluidos de la rebaja del IVA aprobada por el Gobierno por tener más de 10Kw de potencia contratados, podría ser insostenible. Aunque el aumento de los gastos energéticos afecta de forma muy desigual al colectivo, dependiendo del tamaño del local y de la potencia contratada, en algunos sectores como la hostelería, la factura podría subir una media de 1.000 euros.
De hecho, ya en junio, cuando el precio de la luz estaba en 82,93 euros el MWh, diversas organizaciones sectoriales, como la Confederación Española del Comercio aseguraron a este diario que el incremento supondría hasta 400 euros mensuales más para los autónomos del sector -que suelen tener locales más pequeños que los restaurantes-. “De media, el incremento oscilará entre 300 y 400 euros mensuales, ya que se produce en horarios comerciales y, en una tienda de televisores, por ejemplo, parece complicado encender los televisores de exposición a las 4 de la mañana, por ejemplo”, apuntó Carlos Moreno, portavoz de la CEC.
El carburante ha subido hasta un 25%
El pasado 10 de junio, el precio de la gasolina alcanzó niveles que no se registraban desde el 2014. Un encarecimiento del combustible que dificulta todavía más la ansiada recuperación económica para autónomos y negocios que dependen de la energía para desarrollar su actividad. En especial para los trabajadores por cuenta propia del sector del transporte y la movilidad, que prevén que el 2021 podría ser un año más duro que el de la pandemia por este aumento de costes que limitan su margen de beneficio. Gasto que aumenta semanalmente para este colectivo.
Según los datos recogidos en el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio de la gasolina en España, tanto diésel como gasoil, aumentó hasta 14 euros por depósito respecto a 2020. En el caso de la gasolina, un depósito de 55 litros de combustible cuesta ya casi 75 euros. Cifra que es superior en 13,6 euros respecto al pasado año. En el diésel y empleando la misma cantidad de combustible, los trabajadores por cuenta propia deberán pagar 68 euros, casi 12 euros más por depósito que el anterior ejercicio. En términos globales, la gasolina está un 25,14% más cara que hace un año y el gasóleo un 22,35%.
Desde el sector del transporte autónomo señalan que el encarecimiento del gasoil viene dado por el valor de la materia prima, que es muy difícil de regular. Un incremento que supondría 5.000 euros más de gastos anuales para estos trabajadores por cuenta propia. También afecta a otros sectores como los agentes comerciales, que dependen del vehículo para trabajar. Según aseguró a mediados de junio a este diario el Presidente del Consejo General de Colegios de Agentes Comerciales de España (CGAC), Francisco Manuel Maestre, la subida al impuesto del diésel anunciada hace unos meses por el Gobierno supondrá para el conjunto de este colectivo más de 300.000 euros al mes y 3,7 millones de euros al año.
A partir de septiembre podrían acabar algunas ayudas y exigirse devoluciones del cese de actividad
A todas estas subidas se añade el posible fin de las ayudas por cese de actividad y los ERTEs, que dejarían de estar en vigor -a expensas de otra posible prórroga- el 30 de septiembre. Además, según aseguró el presidente de ATA, Lorenzo Amor, si el Gobierno no cambia las condiciones para acceder a las ayudas directas, el fondo de 7.000 millones de euros ” nunca llegará al 90% de autónomos”.
Por otro lado, desde septiembre, los autónomos no deben perder de vista que en cualquier momento sus mutuas pueden revisar si cumplían o no los requisitos estipulados en cada prórroga -caída de facturación y rendimientos netos- para cobrar las prestaciones por cese de actividad. Si no cumplían dichas condiciones deberán devolver las ayudas.
A lo largo de la pandemia, los autónomos pudieron acceder a varias prestaciones en más de cinco periodos diferentes. En casi todas ellas, tan sólo se exigió rellenar una declaración responsable. Según pudo saber este periódico, las mutuas ya están revisando si los autónomos que cobraron el cese de actividad de marzo a junio o de junio a septiembre de 2020, cumplen los requisitos.
Pero a día de hoy, se podría empezar a solicitar la devolución de las prestaciones de cualquier periodo, excepto el actual-. De hecho, las mutuas también podrán empezar a verificar desde el 1 de septiembre si los autónomos cumplían los requisitos para cobrar la prestación de la anterior prórroga, es decir, la que se puso en marcha el pasado mes de febrero y durará hasta el 31 de mayo.
Fuente; autonomosyemprendedor.es