Alicante, 10-01-2023.
Asistimos estos días, desde el pasado 1 de enero, a una proliferación de declaraciones de los consumidores de todos los rincones de España y de sus organizaciones representativas denunciando que la tan cacareada rebaja del IVA para determinados alimentos básicos no se nota en la cesta de la compra. Apenas, 2 euros con 70 céntimos de ahorro en un gasto de 60 euros en la compra de 21 alimentos a los que el Gobierno ha suprimido el impuesto para los próximos seis meses, y eso suponiendo que los supermercados mantengan los precios al consumo.
Y la explicación de este nulo impacto real de la reducción impositiva es tan simple como tramposa la medida del Gobierno. Primero porque la medida se ha hecho tarde, mal y con precipitación, pensando más en captar votos cautivos de cara a las dos consultas electorales de este año. Y porque, además, se excluyen de la rebaja los pescados y la carne, alimentos esenciales para una dieta saludable. Y segundo, porque el Gobierno compensa la pérdida de ingresos derivada de los cambios en el IVA con la aprobación de nuevos impuestos como el del plástico, además de con la supresión de las bonificaciones a la gasolina.
En el caso concreto del plástico es sabido que muchos de los productos de la cesta de la compra a los que se les aplica la rebaja del IVA como la leche, las frutas y verduras, el aceite y las pastas vienen envueltos o envasados en plástico y están gravados con este nuevo impuesto, de 45 céntimos por kilo que deben pagar los fabricantes y que, por consiguiente, repercuten en el precio final.
Como demuestran los informes realizados por los analistas, con la supresión o rebaja del IVA el Gobierno va a dejar de recaudar 661 millones de euros, mientras que va a ingresar 690 millones con este impuesto al plástico, 29 millones de euros más. En resumen, ellos aumentan sus beneficios por recaudación fiscal y, como añadido esperan dar la vuelta a las encuestas engañando, una vez más, al conjunto de los españoles y, en especial, de los trabajadores y las clases más desfavorecidas.
Una medida tan tramposa como ese cheque de 200 euros anuales para las familias más desprotegidas que es sólo una limosna de 17 euros al mes y sólo la mitad de los 400 euros del bono cultural que el Gobierno regala a los jóvenes que cumplen 18 año, los nuevos votantes, para que se los gasten en cine o videojuegos.
Y es que la voracidad fiscal, esquilmando el bolsillo de los ciudadanos, es algo que está en el ADN de este gobierno populista y demagógico, como demuestra el informe anual sobre ingresos fiscales de la OCDE en el que se demuestra que el Gobierno de Pedro Sánchez ha situado a España con la medalla de bronce en aumento de impuestos y ha alcanzado el sexto puesto europeo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en los que el peso de los impuestos en relación con la riqueza subió más en 2021, el año en que las economías se recuperaban de los efectos de la pandemia. Un asalto fiscal que estiman seguirá creciendo durante este ejercicio y el que viene.
En concreto, la relación entre el peso de los impuestos y contribuciones a la Seguridad Social con el tamaño de la economía española se incrementó en 1,7 puntos, frente al aumento de sólo medio punto para el conjunto de las economías más desarrolladas. Eso significa que prácticamente triplicó el aumento tributario respecto al resto de países, situando la presión fiscal en el 38,4%, frente al 36,7% del año 2020, y superando así la media del 34,1% en la OCDE, donde el peso de los impuestos aumentó desde el 33,6% correspondiente a 2020. Así es y así parece y lo demás cantos de sirena y cuentos de trileros.
Fuente; eleconomista.es