Alicante, 29-07-2024.
- Los economistas aconsejan reducir las ayudas para incentivar la búsqueda de empleo
- Los sistemas públicos de empleo intervienen cuando la persona agota su prestación
- Prejubilación o precariedad: el callejón laboral sin salida de los mayores de 50 años
En junio del presente año el peso de los parados mayores de 45 años alcanzó un máximo histórico del 58,4%, con datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Es decir, seis de cada diez personas que cobran el paro forman parte de este grupo etario. Para el economista experto en mercado laboral de Fedea, Marcel Jansen, esto se produce por una falla del sistema español que se centra en brindar ayudas económicas a los desempleados en vez de impulsar su inmediata reinserción al mercado laboral cada vez más competitivo, en un contexto en el que España tiene el doble de tasa de paro de la media europea, de casi un 12%.
Jansen, explicó que para atajar el problema de la sobrerrepresentación de parados “mayores”, se debe evitar que “se acomoden” a la prestación y “garantizar su reactivación temprana”.
“Los sistemas públicos de empleo suelen intervenir tarde cuando la persona agota su derecho a la prestación contributiva“, explicó. El especialista, resaltó también que cuando se despide a personas de esta edad suele ser después de periodos largos de empleo. Por este motivo, en su mayoría, tienen el derecho máximo de dos años al cobro del paro, lo que reduce hasta en un 75% su probabilidad de volver al mercado laboral.
“Estando desempleado durante un año las posibilidades para una persona mayor de 45 de conseguir un empleo bajan a la mitad. En el segundo año, esta probabilidad baja de nuevo a la mitad”, precisó Jansen. Con esto, estimó que “después de dos años de paro la posibilidad de salir del desempleo es sólo del 25%”. Esta situación “se tiene que corregir con urgencia”, dijo.
Además, mencionó que los servicios del Estado se asignan sólo por variables genéricas como edad y duración del empleo sin tomar en cuenta otras cualidades que “hacen pensar que la persona va a tener dificultad en conseguir trabajo”. Resaltó que, en la práctica los “mayores” tienen poca ayuda para salir de la situación de desempleo, pero en cambio tienen muchas más ayudas económicas que el resto de la población.
En este punto, el también profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, consideró que la última reforma que el Gobierno ha hecho sobre el subsidio en el caso de mayores de 52 años ocasiona una “sobrecotización” por la seguridad social. Las personas de esta edad “reciben una renta muy baja, pero se cotiza por ellos hasta el 125% del SMI”. Para el especialista, esto hace “que a veces falten incentivos para buscar empleo” y se busque alargar al máximo la prestación.
Dificultades de contratación
A más edad, más complicaciones añadidas tiene encontrar un empleo. El economista de la Fundación de Estudios de la Economía Aplicada señaló que al mencionado grupo etario se le dificulta la reinserción porque “las empresas no están dispuestas a contratar a personas mayores”. Esto principalmente, porque puede haber un desajuste entre sus habilidades y las necesidades actuales del mercado. “Puede no resultar beneficioso para la empresa formar a esta persona, pero también es probable que sufra discriminación por edad: edadismo. O el miedo a que si contratan a esta persona tenga que trabajar por debajo de otro empleado de menor edad“, detalló el experto.
Por su parte, las empresas optan por contratar a jóvenes en vez de trabajadores mayores porque tienen menores exigencias salariales, suelen tener habilidades y competencias más actualizadas, potencialmente van a estar mucho más tiempo en las empresas “que hace más interesante a la empresa formarle e invertir en su capacitación”.
La solución para este desalentador pero real panorama laboral está en que las personas que se encuentren en paro reciban la orientación y la formación adecuada por parte del Estado para recalificarse de acuerdo al trabajo que esté disponible y salir del desempleo.
Las estadísticas de contratos del Ministerio de Trabajo y Economía Social confirman que en junio pasado se firmaron en España 1.379.963 contratos. De esa cifra, apenas 345.167, es decir el 25%, fueron suscritos por personas de 45 años o más. Concretamente, sólo uno de cada cuatro acuerdos pactados entre empresarios y trabajadores tuvo como protagonista a una persona de este grupo poblacional.
Desde Funcas, la economista senior María Jesús Fernández explicó con cifras del INE que el problema más severo está focalizado en las personas que tienen entre 50 y 55 años, debido a que son poco valorados por el sector empresarial al considerarles menos adaptables y con menos energía que los más jóvenes. Para la especialista, el problema del desempleo en estas personas es más bien sociológico que económico lo que puede revertirse con la aplicación de medidas.
Fuente; eleconomista.es