Ayer 1 de diciembre el Banco de España ha hecho público el estudio, El impacto de la crisis del COVID-19 sobre la situación financiera de las empresas no financieras en 2020: evidencia basada en la Central de Balances donde según sus previsiones económicas el escenario a largo plazo es positivo ya que los efectos de la crisis no serán profundos. El problema es a corto plazo donde Banco de España pronostica que el 30% de las empresas de hostelería, vehículos a motor y ocio serán insolventes.
En el mejor de los escenarios el porcentaje bajaría al 20%. Un duro golpe para el sector. No implica que todas las empresas vayan a desparecer, pero si siembra la duda sobre si los resultados futuros de dichas empresas son suficientes o no para hacer frente a las deudas generadas durante la crisis del COVID. Entre un 6 y un 10% de las empresas no serán viables, por lo que habría que proceder a su liquidación.
Aquí el problema que advierte el Banco de España es si estas empresas zombis, que siguen acaparando ayudas pese a que no se podrán mantener no deberían pasar cuanto antes a concurso de acreedores. Las acciones planteadas hasta ahora por el Gobierno y Comunidades se han enfocado en facilitar liquidez a las empresas, pero ahora sería más útil comenzar a hablar de reestructuración de deudas para las empresas viables.
En todo caso el empleo es uno de los vectores que demuestran la magnitud del problema. Especialmente el empleo temporal, que ha caído un 19,5% durante los tres primeros trimestres, mientras que el empleo estable se ha moderado mucho más, cayendo solo un 3%. La parte positiva es que se puede recuperar muy rápido si todo marcha bien.
La realidad es que la economía española y sus empresas caen muy rápido cuando hay problemas, pero a su vez suelen recuperarse con mucha mayor rapidez de lo que se suele pronosticar. La OCEDE pronostica una caída del PIB del 11,6% este año y una recuperación del 5% para 2021. Si se cumple el escenario previsto y se normaliza la situación al comenzar el verano seguramente el crecimiento será mucho mayor.
Empezar a vacunar a sectores de población de mayor edad en todos los países hace que precisamente ellos, que son lo que viajan fuera de temporada estival, puedan facilitar que la economía de los sectores de restauración y ocio pueda empezar a recuperase incluso antes de la llegada del verano.
Fuente; pymesyautonomos.com