Importa su modelo de Francia, donde ha llegado a 344.000 cuentas y 122.000 créditos
En la primavera de 2017, el consejero delegado de Orange, Stephane Richard, lanzó un mensaje claro: “A partir de ahora, Orange es ya un banco”. Pues bien, esta nueva entidad financiera se presenta en España este lunes. La teleco importa así su banco móvil de Francia, lanzado el pasado año y en el que ya ha alcanzado las 344.000 cuentas abiertas y los 122.000 créditos personales concedidos.
El proyecto encontró su punto de partida con la alianza estratégica entre Orange y Groupama Banque en 2017, que incluyó la compra del 65% del capital de Groupama Banque por parte de la operadora.
Orange Bank España, que será presentado este lunes, ofrecerá inicialmente servicios como cuentas corrientes y de ahorro, tarjetas de crédito y débito, pagos online y créditos personales, entre otros productos financieros.
De momento, el grupo no se ha fijado objetivos. No obstante, en la presentación de los resultados del tercer trimestre, Laurent Paillassot, consejero delegado de Orange España, indicó que la operadora tiene ya con masa crítica al contar con una cartera de más de 15 millones de clientes en el mercado español. “Con una penetración del 10%, Orange Bank ya sería un banco muy importante en España”, dijo el directivo.
En su ofensiva española, Orange busca aprovechar su posicionamiento territorial a través de sus más de 1.000 tiendas por todo el país para impulsar la implantación de banco. De hecho, la teleco ha hecho los trámites con el Banco de España para que estas tiendas puedan funcionar como sucursales. Su tarea se centrará tanto en la posible comercialización de los productos financieros como en darlos a conocer a los potenciales clientes. En cualquier caso, el principal punto de entrada al banco será digital, a través del móvil.
Actor disruptivo
Orange Bank irrumpe así en el sector financiero español, en un momento de amplia reestructuración, con los grandes bancos inmersos en un proceso de digitalización que no está terminado; con el avance de entidades digitales como ING o WiZink; con la irrupción de nuevas fintech como Revolut; y siempre bajo la amenaza de entrada en el sector bancario de gigantes de internet como Google y Apple.
En este escenario, Orange Bank quiere convertirse en un actor de relevancia haciendo valer la potencia y reconocimiento de su marca comercial. Su intención pasa por ser un actor disruptivo, tal y como asegura que ha sucedido en Francia.
La operadora ha trabajado con intensidad en los últimos meses en el desarrollo del ambicioso proyecto, que está dirigido por Narciso Perales, que anteriormente fue responsable de transformación digital de Bankinter. Además, Orange ha contado con el asesoramiento de miembros del del equipo de su banco en Francia, que se han desplazado a España para ayudar en la puesta en marcha del proyecto.
Dentro de la puesta a punto del proyecto, hace pocos días, la empresa indicó que un total de 200 trabajadores de la propia operadora habían pasado a convertirse en clientes reales del nuevo Orange Bank en España.
MOVIMIENTO ESTRATÉGICO
Banco. La creación de un banco móvil por parte de Orange es uno de los movimientos de mayor calado por parte de una operadora de telecomunicaciones para entrar en un nuevo negocio. Bancos de inversión e incluso agencias de calificación están pendientes de la evolución del negocio.
Rivales. La iniciativa de Orange es casi única. Telefónica de la mano de CaixaBank y MásMóvil junto con Cetelem han lanzado distintos servicios financieros, incluida la prestación de créditos, pero no han llegado al punto de Orange.
Fuente; cincodias.elpais.com